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viernes, 16 de diciembre de 2011

¿Hasta dónde es capaz de llegar la barbarie humana?

El saqueo del Museo Nacional de Bagdad

Entre el día 5 , fecha de entrada de los estadounidenses en Bagdad, y el 23 de abril de 2003 fue llevado a cabo el mayor robo de la historia. Cerca de 170.000 objetos de incalculable valor fueron expoliados del Museo Nacional de Bagdad. Todo lo descubierto en los yacimientos arqueológicos de Irak en los últimos 80 años.
Estatuillas, monedas, joyas, cerámicas, terracotas, relieves, esculturas, instrumentos musicales, cilindros, códigos y decenas de miles de tablillas cuneiformes en su mayor parte aún por descifrar y que se hallaban en los sótanos del museo pendientes de estudio. 7.000 años de la historia de Mesopotamia y el origen de la civilización Sumeria, Akadia, Babilonica, Asiria y Caldea. La biblioteca más antigua del mundo con textos, pictogramas, poemas, matemáticas, astronomía, lenguaje y claves para comprender nuestra historia robadas impunemente con premeditación y a la vista de todos.
El daño al patrimonio humano no es cuantificable. Los tesoros arqueólogicos del museo eran claves para descifrar el comienzo de la historia humana.
El robo fue planificado con anterioridad a la invasión.El Pentágono se reunió en enero de 2003 con la fantasmal pantalla de la ACCP (American Council for Cultural Policy). La ACCP creada seis meses antes por el ex-dirigente de la Organización Sionista Mundial Guido Goldman agrupa a "expertos" abogados, hombres de negocios e intermediarios de arte de dudosa reputación ; todos firmes militantes de abolir en todos los países las políticas proteccionistas hacia el patrimonio histórico o artístico. En la práctica partidarios de la libre comercialización y autentificación de objetos robados en otros países. El papel de la influyente ACCP está en el centro del expolio como intermediarios y principales beneficiarios.
Pese a tener pleno conocimiento de los riesgos, el gobierno de Bush, contraviniendo toda la legislación internacional no protegió ni el museo ni la biblioteca.
Desde el día que las tropas entraron en Bagdad hasta que el museo fue protegido pasaron dos semanas. Las imágenes de la turba llevándose trozos de cerámica y diversos objetos fue el señuelo que desvió la atención de todos a la misma hora que la estatua de Sadam rodaba en aquella guerra televisada. Pero los arqueólogos y el personal del museo estaban , en su desolación. asombrados: los verdaderos saqueadores habían actuado con profesionalidad, sabían que buscaban y despreciaron las copias. Llevaban grúas para transportar objetos pesados, cortacristales para las vitrinas de fabricación occidental y, lo más sorprendente, llaves para abrir los sótanos donde se almacenaban la mayor parte de las varias decenas de miles de tablillas sumerias aún por descifrar y que son el prólogo y el primer capítulo de nuestra historia.

(la comunidad.elpais.com ) Marzo 2011